Descripción
“Entiendo a la escritura (al arte en general) como un medio social”, afirma María Peña, reivindicando así el carácter de puente desde la experiencia individual al acontecimiento colectivo que todo gesto artístico supone. Mucho más aún si se trata, como en este caso, de la escritura dramática, ya que es en el teatro –cuya existencia se funda en la comunión entre la escena y el público– donde la polis celebra su encuentro a través de los siglos. Lejos de concebir su escritura como un refugio contra las contingencias del mundo, María prefiere pensarla como trinchera. “Una palabra, con toda su sonoridad, puede ser la bala más certera”, dirá a través de uno de sus personajes.
Auguro que esta publicación de la dramaturgia de María Peña propicie su puesta en escena. Y que ese gesto tendido desde la experiencia individual al acontecimiento colectivo llegue a todos los lectores y lectoras de este libro y, finalmente, al público.
Del prólogo de Patricia Zangaro
Los escenarios me han confiado muchos secretos. Al resultado de esta particular relación actor-espacio se la designa como oficio. Me hago cargo de la acertada definición y la celebro, porque el oficio es una constante construcción que incluye la deconstrucción.
Escribo como actúo: sin intermediaciones entre el público y yo, porque eso me proporciona la felicidad de sentir la coherencia entre lo que hago y lo que soy.
Patricia Zangaro ha prologado este libro de la misma manera en que ella y su Taller de Dramaturgia (del cual soy parte) acomoda, ajusta y acompaña la escritura dramática que tendrá como destinatario final al público.
Ediciones CICCUS me ha construido un nuevo escenario en forma de libro: lo celebro y lo agradezco por los secretos que este escenario me irá confiando en su trayecto.
María Peña
