Artigas nació el 19 de junio de 1764 en Montevideo y jugó un papel decisivo en la independencia de Uruguay, país que se encontraba bajo el yugo de la Corona española.
Cuando el Río de la Plata se vio sacudido por la invasión napoleónica a España, la prisión de Fernando VII y la creación de Juntas Autónomas para sustituir al rey, Artigas adhirió desde un primer momento a la Junta de Mayo de Buenos Aires (1810) y se puso a sus órdenes.
Pintura de Pedro Blanes Viale donde se ilustra a Artigas dictando correspondencia a su secretario José Monterroso. Los escritos, cartas, documentos elaborados por Artigas se terminaron de compliar en esta década. Se guardan en 38 tomos de más de 70 mil páginas.
En Argentina se le otorgó el grado de teniente coronel, con el que marchó hacia la Banda Oriental, nombre que recibían los territorios situados al este del Río de la Plata, parte de los cuales constituyen el actual Uruguay.
El liderazgo de Gervasio Artigas fue firme en su lucha contra el gobernador español de Montevideo, hasta el punto de acorralarle, y éste al ver que podría ser vencido, decidió pedir ayuda a Portugal, lo que provocó que la Junta Revolucionaria propusiera un armisticio y devolvería el poder a España.
Esta decisión lo llevó a salir de la denominada Banda Oriental y se instaló con sus seguidores en Ayuí para crear en 1814 la Liga de los Pueblos Libres o Unión de Pueblos Libres, conformada por las provincias de Entre Ríos, Corrientes y Santa Fe.
La bandera de la provincia de Entre Ríos es la bandera de Artigas, que tiene una franja roja que la cruza en memoria aquellos cayeron defendiendo nuestra libertad” / Foto: diario El Entre Ríos
El objetivo de esta liga era derrotar a la Junta Revolucionaria, meta que consolidó en 1815, tomó Montevideo y consolidó un Gobierno federalista en Santa Fe, pero los portugueses los derrotaron en 1820.
Tras la derrota, Artigas tuvo que exiliarse a Paraguay donde pidió asilo político al presidente J. G. Rodríguez Francia, quién se lo concedió.
Exiliado contó con el apoyo de gobernantes paraguayos, allí vivió humildemente falleciendo a sus 86 años. Cinco años después de su muerte, sus restos fueron repatriados a Uruguay.
3 libros fundamentales sobre Artigas
Artigas y el Congreso de Abalos. Auge y disolución del artiguismo póstumo Eduardo Nocera
El autor indaga en la firma del Pacto de Abalos entre las provincias Oriental, Corrientes y Misiones, que conformarían la Liga Tripartita de Abalos, a fin de proseguir las luchas de la Liga Federal por la soberanía particular de los pueblos. En el análisis del proceso histórico, procura precisar si en 1820 se produce la bifurcación de la Liga Federal en dos nuevos frentes, la Liga de Abalos y el Eje del Pilar, para demostrar por qué no hubo una guerra de dominación entre Artigas y Ramírez, y especificando qué fuerzas se enfrentaron en los campos litoraleños por la apropiación y resignificación de las nociones de pueblos, confederación, libertad, independencia e igualdad, expuestas en casi una década de efervescencia política artiguista.
El legado del caudillo oriental sigue vigente y nos interpela desde el pasado. Latinoamérica sigue sin saldar la inmensa deuda que tiene consigo misma: volver a enfocar su mirada en aquella comunicación que tuvieron los pueblos durante la América española, y encontrar en ella —sin desdeñar las relaciones en este mundo globalizado— la clave para enfrentar el porvenir.
Desde la perspectiva del artiguismo, para llevar delante la lucha anticolonial, ya fuera contra España o Portugal, era necesario además construir un sistema democrático de unidad e integración de pueblos y provincias, diferente al centralismo hegemónico practicado por la aristocracia de Buenos Aires, el cual tendría por corazón la plena vigencia de la soberanía particular de los pueblos, que debían darse vida política constituyendo sus gobiernos inmediatos, y sobre esta base establecer una liga defensiva y ofensiva que sumara todas las fuerzas disponibles para la lucha contra los colonialismos, al tiempo que prefiguraba una futura confederación.