La Biblioteca Nacional Mariano Moreno, a través del Centro de Literatura Infantil y Juvenil Dailan Kifki, llevará a cabo la I Jornada de Literatura Infantil y Juvenil Elsa Bornemann, el miércoles 6 de septiembre, entre las 10 y las 19 h, en el Auditorio Jorge Luis Borges de la BNMM (Agüero 2502, CABA).
Durante la jornada las y los distintos autores, mediadores, docentes, bibliotecarios, traductores e interesados compartirán sus experiencias y reflexiones en torno a la literatura infantil y juvenil.
El evento se realiza en homenaje a la docente y escritora Elsa Bornemann, autora de destacadas obras de la literatura infantil y juvenil argentina, como Un elefante ocupa mucho espacio, El último mago o Bilembambudín, Disparatario y ¡Socorro! (12 cuentos para caerse de miedo), entre otras.
La entrada será libre y gratuita y se entregará un certificado a cada persona que asista.
Programación
10 h | Apertura
Ana Lucía Salgado, Cecilia Repetti y Solana Schvartzman. Participa Liliana Colanzi.
11 a 12.30 h | Primera mesa de discusión. Traducción de literatura infantil y juvenil. Diálogos y perspectivas
Participan: Márgara Averbach, Eleonora González Capria e Inés Garland. Coordina Eugenia Santana Goitia.
14 a 15.30 h | Segunda mesa de discusión. Panorama de edición de literatura infantil y juvenil. Elsa Bornemann a diez años de su muerte
Participan: Lucía Aguirre (Loqueleo/Santillana), Pablo Curti (Niño Editor), Julia Bustos (Musarañita) y Guillermo Saavedra. Coordina Francisco Gorostiaga.
15.30 a 17 h | Tercera mesa de discusión. Poesía y narrativa para infancias y juventudes
Participan: Melina Pogorelsky, Mariana Ruiz Johnson y Gabriela Larralde. Coordina María Ragonese.
17.30 h | Cierre. Homenaje a Elsa Bornemann
Leen: Julián López, Gabriela Larralde, Florencia Codagnone y Tomás Downey.
Sobre Elsa Bornemann
Docente y escritora infantil de varias generaciones de niños y adolescentes, recibió reconocimiento internacional con sus cuentos de terror, sus novelas y poesías. Nacida el 20 de febrero de 1952 en el barrio porteño de Parque Patricios, Elsa Bornemann se había recibido de Maestra en la Escuela Normal Superior N.° 11 Dr. Ricardo Levene y de Profesora de Letras en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Ejerció la docencia en todos los niveles y se especializó en literatura infantil y juvenil.
Su carrera como escritora comenzó en 1971 con Tinke-tinke versicuentos, publicado a sus dieciocho años, pero escrito a los catorce. Luego vendría Un elefante ocupa mucho espacio (1975), El espejo distraído y Cuadernos de un delfín, en 1976, El libro de los chicos enamorados y Cuentos a salto de canguro, en 1977. Dos años más tarde, Bilembambudín o el último mago.
En 1976, Un elefante ocupa mucho espacio fue elegido para integrar la Lista de Honor del Premio Internacional «Hans Christian Andersen», otorgado por International Board on Books for Young People, con sede en Suiza. Un año después, ese mismo libro fue prohibido en la Argentina por la dictadura militar, porque relata una huelga de animales. «La recomendación de la prohibición vino de parte de mujeres argentinas, escritoras. Lo supe cuando subió Alfonsín, cuando tuve el sumario gracias al director de la Cámara del Libro. Pero durante 30 años, los únicos problemas con mis libros los tuve por adultas y adultos. Nunca por los chicos», Bornemann recordaría años más tarde, en una entrevista con la escritora y periodista, Leila Guerriero.
«A lo largo de seis meses no pude escribir. Superado ese lapso, compuse Bilembambudín o el último mago, publicado por Editorial Fausto. A partir de ahí continué con la escritura, contra viento y marea», compartió Bornemann en otro entrevista publicada en Imaginaria. Y agregó: «Pero la prohibición afectó particularmente mi relación con la existencia. En especial, debido a la gran cantidad de personas que decían apreciarme, quererme y que se borraron por completo a causa del decreto militar. Por extensión arbitraria de ese mismo decreto, tuve vedado el acceso a todo establecimiento de educación pública (de cualquier lugar de la Argentina y de cualquier nivel) hasta que terminó la dictadura».
Entre 1976 y 1977, Bornemann estuvo a cargo de la selección literaria y la dirección de dos antologías: Estudio y antología de la poesía infantil, con 366 poemas de autores de toda Iberoamérica, una selección de juegos, adivinanzas, trabalenguas y coplas de la tradición oral. También realizó la Antología del cuento infantil, compuesta por cincuenta relatos de autores de todo el mundo, en muchos casos traducidos por ella misma.
Sin embargo, durante esos años, Bornemann dirigió la colección «Pétalos» de la Editorial Latina, que se proponía difundir poesía para chicos, aunque algunos autores no la hubiera escrito especialmente para ellos. Se trataba de libros en formato pequeño, que contenían una selección de diez poemas del autor con imágenes alusivas al texto. Para dicha tarea convocó a los artistas plásticos Alba Ponce y Guido Bruveris. La autora seleccionó, entre otros, a María Elena Walsh, Fryda Schultz de Mantovani, María Hortensia Lacau, Pedro J. Vignale, Rafael Alberti, Federico García Lorca y José Sebastián Tallón. En 1981, publicó El niño envuelto y No somos irrompibles. Su cuento «Mil grullas» fue incluido en el Plan Nacional de Lectura de 2011.
Bornemann recibió reconocimiento internacional con sus cuentos de terror, sus novelas y poesías. Su acercamiento a la literatura juvenil llegaría a fines de los años ochenta con Socorro, doce cuentos para caerse de miedo (1988). Probablemente, se trate de su obra más popular. Llegarían también La edad del pavo, Queridos monstruos, No hagan olas, Socorro diez. Por último, Sol de noche y Amorcitos sub-14, ya durante los años 2000.
«La literatura infantil es muchas veces vista como literatura de segunda. A mí, el interlocutor adulto no me interesa tanto como los chicos. Me gusta ser de los primeros escalones. Que les pase a los chicos como me pasó a mí con muchos autores, que gracias a ellos seguí leyendo», expresó una vez la autora. Elsa Bornemann, junto a Laura Devetach, Ema Wolf, Graciela Montes, Graciela Cabal y Gustavo Roldán, fue parte del panorama literario infantil y juvenil de varias generaciones.
Elsa Bornemann falleció en Buenos Aires, el 24 de mayo de 2013. Una década después, cuando se celebran los 40 años de la recuperación de la democracia en la Argentina, se hace indispensable reflexionar sobre la importancia de la lectura, la literatura, el acceso a la educación y la cultura, entre todos los temas fundamentales de la vida democrática. Es por ello que, como parte de la conmemoración, se realizan estas Jornadas para homenajear a las personalidades de la cultura que trabajaron y lucharon por un país más justo y equitativo.
