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22N | La profanación del sepulcro de Eva Perón

“El cadáver de Evita permaneció en la Confederación de Trabajo hasta la revolución, en que profanaron el sepulcro y robaron el cadáver. Fueron unos militares con un tanque, echaron abajo la estatua de Evita que estaba en la Confederación, forzaron la entrada, entre varios jefes y oficiales: uno de ellos era Morí Koening, jefe del Servicio de Información del Ejército.


Todos eran bandidos. También los curas participaron en la profanación. Me han venido a mí unos muchachos que los curas están diciendo que ellos salvaron el cadáver. Mentira.
Ellos profanaron lo mismo que los otros, porque si yo entro en una tumba de uniforme militar o de uniforme de cura, estoy profanando una tumba. Esta gente no dejó un solo delito de conciencia por cometer; hasta la profanación.”


Juan Domingo Perón

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